sábado, 19 de enero de 2013

EL HUMO INUNDABA LA ESTANCIA


El humo inundaba la estancia,
Su silueta seguía latente entre el humo,
Fija en el horizonte como una estatua
No hubo ningún movimiento aparente
Pero estaba en proceso de salir.

El humo desapareció y con él, la silueta que marcaba,
Solos los muebles fueron testigos
De su presencia, y mis pupilas aún marcaban su silueta.

En recuerdo del momento,
No sabría decir si estaba con los ojos cerrados o abiertos,
Si de verdad oí sus pasos o sólo fueron crujidos en la madera.

Aún siento el escalofrío latente en mi cuerpo,
Aún la lágrima recorriendo mi cara,
Y mi voz entrecortada sin un haz de palabra.

Fuiste a verme Muerte alada,
Visitaste mi cuarto,
Y me susurraste al oído dormido.

Cuando desperté,
Sólo tenía gravado en mis pupilas tu silueta,
En mis oídos tu voz calmada,
Y una lágrima caía en mi cara.

Aún recuerdo tus palabras,
“Aún no es tu hora”.



19-01-2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario