Velada grisácea que
vienes y te vas,
Alegoría de mi alegría,
Que gritas al día doce
veces,
Doce campanadas de
alegría casposa y engañosa.
Al dragón mentiste y
alegaste alma rota,
Descubierta tu treta, tu
carne
entre sus dientes
quedaste.
Sin alma rota, sólo con
mentiras descubiertas,
Volaste al camino de
almas.
Sendero sin horizonte,
ni partida ni salida.
Sólo camino al caminar.
Avanzar o retroceder, da
igual,
Al mismo camino te
dirigirás,
Porque son tus pasos los
que hacen tal camino.
Paisaje grisáceo, sin
forma ni color predefinido,
Como un antiguo televisor
de rayas en movimiento,
Intentando definir una
clara imagen del hoy y ahora.
Comprende el hoy y ahora
y podrás observar el ayer,
Caída la puesta del sol,
y las estrellas a tu alrededor,
Contemplaras tu
presencia, y que el aquí y ahora,
Ya no es necesario,
puesto que te invade la universidad
Del momento, del origen,
del cosmos, del que ayer
Te pusiste a pensar y ya
no escapaste de un
Creo.
Creo en mí, en ti, en el
ayer, en el hoy y
En el mañana.
Lo que llegó y se fue,
lo que viene y está,
Lo que vendrá y se irá.
Volverá en un infinito
de veces y de creos,
Pero la verdad no es
creer,
Es sentir vivir el hoy y
ahora, para disfrutar
Del mañana.
19-07-2014