Tornaron cánticos de aliento,
A lo profundo de mi garganta,
Salieron horizontes desde mis
entrañas.
Visión nocturna, acecha,
Sin descanso ni reposo,
Vuelve y retorna por el camino.
Silencioso, cabizbajo, pensativo,
Ensimismado en sus locuras,
En sus sueños, en sus derrotas.
Ráfaga de aire azul marino,
Restos de sal deposita en su piel,
Mezcla de sal y sudor,
Se expande en su ser.
De fuera a dentro, o mejor
De dentro a fuera.
Giros y órbitas anidan en su cabeza,
Provista de imágenes, recuerdos y
tristezas,
Un recorrido amarga por su ser,
Para romper cualquier esperanza de
soñar.
Y aún así, ahí está caminando,
Pensando, soñando, transitando
Por su camino inverso, convertido
En una carretera directa al
infierno.
06-12-2014
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